Se trata del Jeu de Pomme, uno de los dos edificios (simétricos) que se encuentran al final del jardín de las Tulerías y es el museo de fotografía, arte y video de París, uno de los museos que más me gustan de la ciudad.
Olor a taller, video instalaciones y una curación que siente nostalgia por los setenta, es un museo pequeño, en el que encontraremos modernidad pero no una sobre estimulación de lo contemporáneo: así como su edificio gemelo es un anexo del Museo de Orsay, podríamos considerar al Jeu de Pomme un buen complemento del Centro Cultural Pompidou.
El ingreso al museo tiene un valor de €13 y constantemente se renueva su exposición. Si te interesa el video, la imagen y sonido como lenguaje de creador, sin dudas es un museo que te va a gustar y te hará pasar un momento súper ameno.