No solamente contar en nuestras filas con destacadas figuras como Peter Lindbergh y Saul Leiter, de quienes somos fans, sino también encontrar artistas que pueden inspirarnos desde otro lugar y este es un caso de los alucinantes: Lukasz Wierzbowski.
Lucasz Wierzbowski nació en Polonia en 1983. Cuando tenía que empezar a vivir su futuro, comenzó sus estudios de medicina en Varsovia (quedando bien con los mandatos), hasta que el aire de libertad y reconstrucción que venía desde el este lo hizo dedicarse de lleno a lo que amaba: la fotografía.
Su trabajo se desarrolla con una nostalgia que trasciende a su Polonia natal y toca al mundo digital: película. Lo hace quemando haluros de plata para transmitir con cierto conservadurismo, una naturaleza trash que está a punto de explotar pero logra contenerse.
Coquetea constantemente con un afuera de los límites con dos bellísimas modelos (sus primas a las que fotografía desde los 10 años), que insinúan una tensión con la cámara difícil de describir, dejando en evidencia el talento de Lukasz como artista de entregarnos un mundo distinto.
Un color que deviene cuerpo, y cuerpos que danzan con extraña y poco creíble tranquilidad, reivindican por completo a la fotografía como lenguaje: lo que Lukasz dice con sus imágenes, no se podría contar de otra manera.
Te compartimos su instagram para que puedas conocer y disfrutar de su trabajo con mayor profundidad.